martes, 18 de diciembre de 2007

Capoeira: ¿arte marcial, danza o una forma de quedarte con los demás?

¿Cuántas veces habréis pasado por las Tendillas, o por los parques de Chinales, La Victoria o Cruzconde y habréis visto a gente haciendo capoeira en corro? Muchos se sienten atraidos por esos cantos, ese ritmo tan pegadizo y movido y los ágiles movimientos y acrobacias de los capoeiristas (aunque a algunos, hablando mal y pronto, se la sude bastante). Pues bien ¿y si os dijesen que por si no lo sabéis es un arte marcial? las reacciones suelen ser diversas: incredulidad, risas, no te toman en serio al afirmarlo...en definitiva, la mayoría se niegan a verlo como un arte marcial, lo ven como una danza afrobrasileña y en un alarde de incultura y catetismo lo llegan incluso a confundir con el Break-dance. Todo porque hablan sin saber, porque no se han parado a informarse y a documentarse ante la novedad, o que ni si quiera se dignan en hacerlo y así nos va, desprecia lo que desconoces y jamás conocerás nada.
Preguntémonos ¿Qué es realmente la capoeira? ¿Un antiquísimo arte marcial con su filosofía de vida? ¿una danza con su correspondiente música? ¿acrobacias? en realidad es todo eso en una misma cosa.
Las raices de este arte se pierden en la noche de los tiempos. Se dice que los cazadores y guerreros de algunas tribus de la zona de Angola y Gabón no utilizaban más que su propio cuerpo y unas cuchillas para matar.
Pero lo que dió lugar a la creación de este arte fue la llegada de los mercaderes de esclavos portugueses a estas zonas de la costa aficana en el siglo XVI. El reino luso necesitaba mano de obra esclava para mantener las plantaciones de sus colonias brasileñas, y como todo buen imperio colonial de aquella época...adivinad cuál era el mejor "supermercado" de esclavos con las mejores ofertas de aquel entonces (para más información consultar aquí a nuestros historiadores J.Carandell o Henry el explorador). Cientos de naves cruzaban el Atlántico hacia Brasil repletas de muchos de indígenas destinados a la servidumbre y la esclavitud. Imagináos por un momento un espacio relativamente pequeño, frío, oscuro y húmedo, lleno a rebosar de personas en condiciones totalmente insalubres e infrahumanas y algunos de ellos ni si quiera hablaban el mismo idioma. Al llegar a Brasil, su situación no es que mejorase, trabajando de sol a sol encadenados a ritmo de latigazos en las plantaciones de la colonia.
Ante la opresión y la humillación de la esclavitud, estos pueblos de caracter belicoso, decidieron revelarse y enfrentarse a sus capataces y amos. En los pocos descansos que tenían se dedicaban a, bajo lo que parecía ser una danza ritual que practicaban clandestinamente y encadenados, entrenar en corros los movimientos de lucha que ya conocían, pero esta vez ya no se basaban en movimientos de animales como la cebra, el mono o el león, aprendieron del hombre blanco algo que sería fundamental para la configuración de este arte marcial: la malicia y la ruindad. Estos corros, llamados primeramente "clareiras" y luego "capoeiras", es lo que dió el nombre a este sistema de lucha. Aprendidas estas técinicas de lucha, muchos esclavos pudieron hacer frente a la opresión matando a sus capataces y señores a base de patadas, estrangulaciones, golpes rastreros, cuchillazos e incluso a cadenazos con sus propias ataduras.
Una vez libres, estos esclavos huían a las selvas próximas a las costas donde formarían unos asentamientos llamados Quilombos. En los Quilombos se acogía a todos los esclavos que hubieran huido de sus amos y se les enseñaba capoeira ante la amenaza de los soldados portugueses presentes en la colonia. Como todos los movimientos de resistencia de la historia, éste también tuvo su propio héroe, un esclavo que huyendo de la opresión al igual que el resto, creó su propia leyenda: Francisco Zombí, (vuelto a la vida en las lenguas de aquellas tribus), rey del quilombo de Palmarés. Muchas historias se cuentan sobre la destreza en el combate y el caracter fraternal, luchador y terco del que para algunos capoeiristas, era un santo. Invicto en sus combates, murió traicionado por su mejor amigo. Hoy en día, este héroe de la capoeira y sus hazañas han quedado inmortalizadas en numerosas ladainhas (cantos que inician el corro o la "roda") y sigue siendo venerado como un héroe por los capoeiristas.
Con la independencia de Brasil, tras un intento fallido de monarquía en el país y el establecimiento de una república liberal en el siglo XIX, la esclavitud quedó abolida y se produjo un éxodo de los quilombos a las ciudades y pueblos, suponiendo esto la desaparición de dichos asentamientos. A pesar de ser ya libres, la comunidad negra seguía viviendo en la miseria, por tanto, la Capoeira seguía siendo algo marginal y de los bajos fondos, de lo que en Brasil se conoce como "favela". Muchos de los políticos de aquel falso sistema democrático se deshacían de la oposición mediante asesinatos por en cargo. Los sicarios que contrataban para esta clase de trabajos no eran nada más y nada menos que capoeiristas experimentados de la favela. Esta fue la razón por la que la Capoeira fue ilegalizada en Brasil al final de la república y a lo largo de la posterior dictadura que se estableció, durante algo más de un siglo.
A raíz de esto, este arte volvió a adoptar su antiguo carácter clandestino, ya que era penada con meses de cárcel y cien azotes a quién fuese sorprendido practicándola (razón por la que los capoeiristas tienen todos un mote o apodo y se llaman así entre ellos). A pesar de su carácter ilegal, se conocen figuras de grandes maestros como la de Mestre Vicente "Pastinha". Pero no fue tras la aparición de Mestre "Bimba" cuando se produce una revolución en este arte. En los años 30, este maestro de Capoeira de San Salvador crea la "Escuela de Capoeira Regional de San Salvador de Bahía". La Capoeira que enseñaba Mestre "Bimba" era más dinámica, más rápida y anaeróbica, más acrobática y destinada mayormente al espectáculo. Nace así la Capoeira Regional o Moderna. Esta nueva concepción de este arte cala muy hondo en el pueblo brasileño, llegando incluso a ser presentada al gobierno de la dictadura de aquel entonces, que relegalizó la Capoeira y la consideró como algo "genuinamente brasileño". Con la instauración de la República Federal actual, la Capoeira pasó a ser el deporte nacional y un derecho constitucional. En la actualidad se ha propuesto como deporte para las olimpiadas de Londres 2012.
Resumiendo, la capoeira es un arte marcial con un amplio repertorio de patadas, zancadillas, proyecciones y demas golpes rastreros camuflado como una ágil y ligera danza practicada a ritmo de percusión y cantos en portugués y las lenguas de los antiguos esclavos negros que se divide en tres variantes: Regional o Moderna (la actual), Angola (la tradicional, un poco más estática, baja y lenta que la Regional, pero centrada en lo que es el combate) y Bengela (a medio camino por así decirlo entre la Moderna y la Tradicional). También, como todo buen arte marcial, tiene sus propios valores morales tales como son el amor hacia los tuyos, la humildad, nunca rendirte, levantarse inmediatamente después de caerse, la valentía y la malicia para evitar ser pisoteado.
Aunque ahora, debido a la creencia de la ineficacia de la Capoeira como sistema de lucha, por muchos luchadores y artistas marciales pretenciosos y la concepción de este arte como algo que únicamente sirve para crear espectáculo y como medio de expresión corporal por la mayoría de los capoeiristas y profesores de Capoeira, ante los ojos del mundo sólo se ve como un baile acrobático hecho para gente que vive sólo de su cuerpo. Muchas veces habremos oído aquello de "tú en la calle, en una pelea, no te paras a hacer esas cosas...", refiriéndose a lo que es la parte más en relación con la danza, la ginga (el desplazamiento básico de la Capoeira). Es obvio que una pelea en la calle no puedo hacer esas cosas, pero por ejemplo, siendo consciente de que mis desplazamientos y movimientos son en torno a dos puntos que puedo cambiar a mi gusto, me hace mas escurridizo y certero al pelear. Pero ya digo, esto depende de cada artista marcial, de cada capoeirista.
Parece también que se hayan olvidado aquellos valores de humildad, respeto, valentía y malicia propios de este arte y lo más importante: la Capoeira no es para todo el mundo, sólo para el que tiene ganas realmente de seguir en esto. Sin humildad y sin un espíritu de autosuperación, no se podrá avanzar en este arte ni por asomo.
Personalmente he de decir como capoeirista, que estoy decepcionado con los sistemas actuales de la enseñanza de la Capoeira en general ¿Qué fue de aquel arte marcial símbolo de liberación para la comunidad negra?
Me despido no sin antes comentar que para más información podéis consultar la cantidad de material y recursos que hay en internet y youtube, como ya me imagino que sabréis.
Paz y Amor :D:D

2 comentarios:

J.Carandell dijo...

Muy correcto salvo por el hecho de haber usado el palabro mayormente xD.
Por lo demás, no eres el único al que le han dicho tu sabrasmucho kung fu, pero eso en la calle no te sirve de nada. la verdad que los que dicen eso son unos ignorantes. En mi caso del kung fu me han enseñado a como dar un puñetazo ¿un luchador callejero cualquiera sabe? me ha enseñado a dar donde duele y como llegara esos sitios sin bajar la guardia ¿puede cualquier matón de medio pelo hacer eso?

Luego están los muchos ignorantes que dicen que eso es un bailecito, cuando es una rte marcial en toda regl. Nuevamente me remito al kung fu cuando se hace la forma del estilo, es un baile en el que se usan movimientos del estilo. Pero en fin no se le puede dar perlas a los cerdos. Un saludo

J.Carandell dijo...

que trabajo me ha costado entrar coño