sábado, 6 de octubre de 2007

Más vale idea en mano, que ciento volando.

Quiero abrir mi primera entrada en este blog con un guiño a todos aquellos apasionados de la Historia. Soy de los que les gusta la etapa revolucionaria surgida tras la Revolución Francesa de 1789. En aquella época, París era la luz del mundo, el lugar donde los intelectuales se reunían para cambiar las cosas, pero para cambiarlas de verdad. Y vaya si lo hicieron. Pero, dejando a un lado los acontecimientos históricos que siguieron a 1789, centrémonos en el cómo lo consiguieron. Los intelectuales se reunían en cafés y debatían sobre la propiedad, sobre la libertad del individuo, los derechos sociales, en fin, la igualdad y la fraternidad. Leían a los grandes, es decir, a Rousseau, a Montesquieu y Voltaire, entre otros. Y todo ello acompañados de una copa. La Razón era su guía, la Verdad era su meta. Desde 1789 a los intelectuales les ha gustado reunirse en la mesa del bar a exponer sus teorías, a leer sus poemas o criticar al poder. Tenemos muchos ejemplos de ello, como la Residencia de Estudiantes de Madrid (donde se reunían poetas de la talla de Lorca, pintores como Dalí y filósofos como Ortega y Gasset) y el Café Voltaire en Zurich (Suiza -sí, el país del chocolate Milka-) donde los pintores de vanguardia se refugiaron de la Gran Guerra (1914-1918). Sus obras ya las conocemos, revoluciones de 1830, 1848, y sobretodo, la Comuna de París en 1871; allí y durante dos meses, los intelectuales y el pueblo hicieron "un gobierno del pueblo para el pueblo" y mientras los nobles franceses y Bismarck estaban azules de miedo, tanto, que aparcaron sus diferecias (Bismarck invadió Francia y los nobles huyeron de París traicionando al pueblo) para pasar a cuchillo en un par de noches a unos 30.000 parisinos. Esa fue la última y única vez que los intelectuales participaron en la vida política en Europa. Después se alejaron de la realidad y soñaron despiertos, como amargamente se quejaban los expresionistas. Parece que esos "empollones" cambiaron el mundo desde una barra de bar y superando el límite de alcoholemia. Nada más lejos de la realidad. Porque discutir en el Café era sólo lo último que hacían, antes escribían artículos en los periódicos obreros, daban discursos en la calle.... hasta les dio tiempo a recopilar todo el conocimiento científico del momento en L'Enciclopedie. ¡Cuánto debemos a gente como Diderot y Jean D'Alembert! Por eso, el término "revolucionario de barra de bar" que un amigo inventó para los revolucionarios del siglo XXI, es algo que no se puede aplicar a nuestros "hermanos" del XVIII y XIX. ¿Por qué? Porque los revolucionarios del siglo XXI ni siquiera salen del bar, excepto para "pillar". Han abandonado las barricadas; ya no arrancan adoquines del suelo (como los revolucionarios de Mayo de 1968) sino que se sientan en ellos mientras se "colocan" al son de Celtas Cortos y van al Corte Inglés a comprarse el póster del Che. La idea de este blog nos surgió en plena calle, casi sin quererlo. Aprovechar las nuevas tecnologías para plasmar "on-line" nuestras inquietudes, ideas, comentarios; en definitiva, CULTURA. La gran "tasca global" que es internet permite a la gente exponer lo que piensa, decir lo que siente, sin tapujos. Y nosotros queremos hacerlo: coger pensamientos, meterlos en una botella y soltarlos al océano de nuestro "Café Voltaire virtual". En libertad y sin pretender erigirse como adalides del conocimiento, como los Elegidos. Porque más que "Consejo de Sabios" yo llamaría este blog "Alezeia" (verdad en griego) ya que como decía Sócrates la única verdad es que no sabemos nada. Y es por ello que queremos saber.

6 comentarios:

Violeta Cejas dijo...

El artículo de apertura no podría haber sido mejor. Le había dado vueltas acerca de como ibamos a presentar el blog, pero tu has dado forma a mis ideas sin ni siquiera habértelas expresado de antemano. Nos llevamos todos tan bien que veo imposible que este lugar no salga adelante, así es que con dos cojones y pa lante. ¡A escribir se ha dicho!

Anónimo dijo...

Holaa! genial, me encanta. Es una verdadera alegría leer "pensamiento", sí eso, ideas,... con ironía -cualidad necesaria para la inteligencia- para poder soportar la invasión de estupidez humana.
De todas formas, los ladrillos levantados ya nunca nos dejaran ver, no el mar, sino la tierra. ah! y el romanticismo nació en Alemania _una pista- y no todo es lo que parece, a pesar de Descartes...je-je
Os seguiré la pista. Abrazos.

Juan Jo dijo...

Es triste que la vida intelectual no haya dado a tanto estos ultimos siglos pero ahora en los alvores de una nueva epoca llegamos nosotros, no keremos sino mas empezar nuestra historia y el camino acaba de empezar algunos llevaran un año mas otros llevaran menos, pero aquellos que de verdad consigan lo que se propongan seran los verdaderos heroes de esta sociedad, que no tiene ya ni nombre ni cuartel.
Es un honor formar parte de esta comunidad.
Un saludo
Zero Strife

Anónimo dijo...

SIn duda alguna ha sido una entrada muy lograda, ha sido como un gran BUMM!! Despierta!! xDD no se, me ha entusiasmado muchisimo, y desde luego anima a seguir adelante con la idea de plasmar aqui lo que pensamos.Como bien has dicho esta idea surgio en la calle, y la verdad me ha resultado curioso dado que los parisanos que has descrito tambien hacian sus primeras actuaciones en las calles y despues se sentaban.Me ha resultado tan impactante y una comparacion tan parecida que me ha llegado :P No tengo duda que con el buen rollito que hay entre nosotros y lo artistas, revolucionarios, filosofos...en fin, todo eso xD que somos esto tendra mucha chicha interesante. ¡Un saludo a todos compañeros!

J.Carandell dijo...

Es genial el artículo de apertura, voy ha ser un poco egocéntrico, y revelaré que fuí yo quien definió así a los revolucionarios del siglo XXI.
Yo como ateo racionalista opino que Café Voltaire es el mejor título, ya que es el mejor homenaje a esa gran Madre que es la Ilustración.

Henry el Explorador dijo...

Vaya... joder. Hacía tiempo que no leía algo tan bueno. Ante tal cosa me quedo sin palabras y sin ideas, es fascinante como expresas, como sintetizas y todo haciendo que quede bonito.

Dejando de lado esté pequeño ¡Guau! Espero que este cónclave prospere y se convierta en algo más grande de lo que ya ha comenzado siendo.

Besos y abrazos a todos.